XL SEMANAL, 1 de Septiembre de 2013, (“La carta de la semana”)
Es hora de un cambio de mentalidad. Me refiero a la influencia que ejercemos sobre nuestros hijos para que estudien carreras universitarias y se coloquen en despachos de abogados, auditoras, consultorías o bancos. Una vez lo consiguen, quedamos encantados, pues buscamos para ellos la estabilidad y seguridad que otros no tuvimos. Creamos en ellos una mentalidad burocrática de cuello blanco y no despertamos su originalidad ni su imaginación. Y, de esta forma, favorecemos a la España de la especulación en lugar de a la de la producción. El futuro del mundo de la economía está en el equilibrio entre la producción y la gestión, y será necesario que los cuellos azules produzcan la riqueza y que los cuellos blancos la administren.
Los errores cometidos al inicio de la última crisis fueron causados porque los cuellos blancos especuladores predominaban sobre los cuellos azules. Por eso debemos fomentar entre nuestra juventud la originalidad, el diseño y la fabricación para vencer a la especulación. Empecemos por convencernos de que una sociedad exitosa pasaría por primar la producción de los cuellos azules.
Gabriel Úrculo
